El acelerado desarrollo de las
nuevas tecnologías de comunicación ha afectado directamente la manera en que
los adolescentes construyen su identidad.
En la actualidad, la vida social de los jóvenes transcurre entre dos
esferas: la virtual -online-, en los vínculos que establecen en el
ciberespacio, y la real -off line-, que es en el mundo de sus relaciones cara a
cara. Los adolescentes entran y salen de ambos universos permanentemente sin
necesidad de distinguir sus fronteras de manera explícita. En oposición frente
a quienes afirman que Internet ha sustituido la sociabilidad directa, sustenta
que los intercambios virtuales no debilitan ni reemplazan las formas de
encuentro y sociabilidad tradicionales, sino que las refuerzan.
Sin duda la presencia de las
redes sociales en las aulas de clase viene impactando y transformando algunos
procesos en la educación; cuando son utilizadas de manera adecuada, puede
decirse que son un excelente recurso para el trabajo colaborativo; reconocemos
que una característica primordial de las redes sociales es la de crear grupos,
construir equipos para discusión y reflexión sobre temas específicos y de
interés para cada uno de sus miembros. “Las redes sociales tienen el innegable
valor de acercar el aprendizaje informal y el formal. Ya que permiten al alumno
expresarse por sí mismo, entablar relaciones con otros, así como atender a las
exigencias propias de su educación” (Haro, 2010)
Entre los beneficios que nos
puede aportar una red social creada para trabajar con los estudiantes esta: Permite
centralizar en un único sitio todas las actividades docentes, profesores y
alumnos de un centro educativo ,aumento del sentimiento de comunidad educativa
para alumnos y profesores debido al efecto de cercanía que producen las redes
sociales, mejora del ambiente de trabajo al permitir al alumno crear sus
propios objetos de interés, así como los propios del trabajo que requiere la
educación, aumento en la fluidez y sencillez de la comunicación entre
profesores y alumnos, incremento la
eficacia del uso práctico de las TIC, al actuar la red como un medio de
aglutinación de personas, recursos y actividades. Sobre todo, cuando se
utilizan las TIC de forma generalizada y masiva en el centro educativo y facilita
la coordinación y trabajo de diversos grupos de aprendizaje (clase, asignatura,
grupo de alumnos de una asignatura, etc.) mediante la creación de los grupos
apropiados.
En la actualidad, las redes más
empleadas por los estudiantes son: Facebook, Twitter, Instagram, entre otras.
Redes que bien definida una intención pedagógica, cognitiva y académica pueden
favorecer “la publicación de información, el aprendizaje autónomo, el trabajo
en equipo, la comunicación, la realimentación, el acceso a otras redes afines y
el contacto con otros expertos, entre otros elementos. “(Gómez 2012, citado por
Valenzuela 2015). Permitiendo así que el docente se convierta en un facilitador
de aprendizaje que fomenta la construcción del conocimiento al aprovechar
espacios en los que los estudiantes se convierten en agentes activos del
proceso educativo.
En conclusión; las redes sociales
vienen impactado los procesos educativos y continuaran haciéndolo ya que:
Facilitan la comunicación Fortalecen grupos de intereses comunes Potencian el
trabajo colaborativo Incrementan procesos de autonomía Acercan el aprendizaje
formal e informal Establecen un nuevo estilo de relación docente –estudiante.
Referencias
Valenzuela Arguelles, R. (2013).
Las redes sociales y su aplicación en la educación. Revista Digital
Universitaria, 14, 1. Recuperado d
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